Panorama Suizo 3/2024

cos han presentado sus propias soluciones: el Centro desea introducir un mecanismo de control de costes, mientras que el PSS reclama una mayor financiación estatal para reducir las cuotas (véase el recuadro de la derecha). Sus respectivas iniciativas populares se someterán a votación el 9 de junio. Faltan viviendas asequibles Otra partida importante del presupuesto familiar es el alquiler. A diferencia de lo que ocurre en muchos países, en Suiza solo una minoría puede permitirse comprar su propia vivienda: el 58 % de la población vive de alquiler. Sin embargo, cada vez es más difícil encontrar una vivienda asequible, debido a la poca oferta del mercado inmobiliario. En los últimos quince años, los precios medios han subido un 20 %. En las grandes ciudades como Zúrich y Ginebra, ya no es raro encontrar anuncios que ofrecen viviendas por más de 3 000 francos mensuales. La Asociación de Arrendatarios lo atribuye al “afán de lucro” del sector inmobiliario. Hasta ahora, las demandas de la izquierda para que el Estado controle los alquileres han fracasado. Recientemente, el Consejo Federal se ha mostrado dispuesto a examinar al menos las normas que rigen los precios de alquiler. Menos cuantiosos son los gastos destinados a la alimentación. En 2021, el hogar suizo medio gastó un 6,8 % en alimentos. En muchos países europeos, esta proporción es casi del doble, superando incluso el 28 % en Rumanía. Sin embargo, la población suiza también se da cuenta de que ha subido el precio de sus compras semanales en el supermercado, de un café en un restaurante o de un sello en Correos. El aumento de los precios se percibe cada vez más en el día a día y merma la moral de la gente. Y, consecuentemente, también se desmorona la imagen de Suiza como un oasis de prosperidad y estabilidad. Dos iniciativas populares para luchar contra los elevados costes sanitarios El 9 de junio, los electores suizos se pronunciarán en torno a dos iniciativas populares, cada una de las cuales pretende mitigar a su manera el problema de los altos costes sanitarios: la iniciativa del PSS para poner un tope a las primas; y la del Centro para controlar los costes. 1. Una iniciativa popular para poner un tope a las primas gracias a un aumento de los subsidios públicos “Destinar un máximo del 10 % de los ingresos a las cuotas de seguros médicos”: a través de esta iniciativa, el PSS exige poner un tope a las cuotas; su objetivo es que los asegurados destinen un máximo del diez por ciento de sus ingresos al pago de los seguros médicos; el importe restante debería ser financiado por el Estado. Si bien el sistema de reducción de cuotas ya existe en los cantones, se aplica de manera totalmente heterogénea y los promotores de la iniciativa lo consideran insuficiente: exigen que, además de las personas de bajos ingresos, también la clase media se beneficie de una reducción de las primas. De este modo, una familia de cuatro miembros podría ahorrarse varios cientos de francos al mes. Para los partidos de centro-derecha, esta exigencia de la izquierda es excesiva: sostienen que semejante “política de parches” tan solo combate los síntomas y no las causas. Pero su principal argumento es el elevado coste que supondría esta medida: unos 4 200 millones de francos al año. A pesar de ello, el Parlamento ha decidido que los cantones destinen más dinero a la reducción de las cuotas, aunque mucho menos de lo que piden los promotores de la iniciativa. Esta contrapropuesta indirecta se aplicará si la iniciativa es rechazada por el electorado. Enlaces a ambas iniciativas: primes-abordables.ch le-centre.ch/initiative-pour-un-frein-aux-couts 2. Un mecanismo de control de costes para ahorrar dinero A través de su iniciativa “Controlar los costes de salud para reducir las cuotas”, el partido del Centro propone una fórmula diferente: exige la intervención del Gobierno Federal y de los cantones en caso de que los costes sanitarios aumenten más deprisa que los salarios. El partido espera que esto aumente la presión para reducir los costes del seguro médico obligatorio. Los promotores ven posibilidades de ahorro, por ejemplo, en los precios de los medicamentos, que siguen siendo elevados en comparación con otros países. También piden que se incentiven los tratamientos ambulatorios, menos onerosos que la hospitalización. Los detractores de esta iniciativa—entre los que se encuentran varias asociaciones médicas— advierten de los “nocivos efectos secundarios” de esta reducción de costes que, en el peor de los casos, podría conducir a largas listas de espera y a una “medicina de dos niveles”. El Consejo Federal y el Parlamento también han rechazado esta propuesta por considerarla demasiado rígida, pero han elaborado una contrapropuesta indirecta, según la cual el Gobierno fijaría objetivos de costes y calidad cada cuatro años, teniendo en cuenta factores como el envejecimiento de la población y los avances de la tecnología médica; esto permitiría determinar con mayor transparencia cuáles gastos se justifican desde el punto de vista médico. Cartoon: Max Spring Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 7

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