del Tesino, donde su familia tiene sus raíces. En Campo, al igual que en todo el Tesino, el apellido Pedrazzini es sinónimo de éxito y prosperidad. “Algunos me ven como todo un señor, pero ante todo soy un hijo de Campo”, afirma el propietario, que dirigió un bufete de abogados en Zúrich y asumió la vicepresidencia del Partido Liberal Radical. La mayoría de los palazzi de este pueblo están en manos de esta familia, cuyo apellido florece en el cementerio de Campo. ¿Cuál fue el secreto de su éxito? “Los esfuerzos de algunos de los habitantes por educar a sus hijos”, contesta Vincenzo Pedrazzini. Aquellos ricos comerciantes del Tesino que regresaron a su tierra durante las guerras napoleónicas, en su mayoría optaron por emigrar definitivamente. Se fueron a América y Australia, al igual que decenas de miles de tesineses, en su mayoría atenazados por la miseria. Campo resucita en verano De pequeño, Vincenzo Pedrazzini segaba el heno y ordeñaba las vacas con los demás lugareños. “Aunque nosotros éramos ricos, ellos no eran pobres”, declara este insigne personaje, que desde 2012 ha comprado, reformado y revendido cerca de una decena de casas y chalés. “En ellas no vivirá nadie durante el año; pero al menos atraerán gente al pueblo”, asevera ese exabogado. Cada verano, Campo revive con la llegada de decenas de familias del Tesino, que disfrutan de las noches frescas y de una tranquilidad poco frecuente. “Las señoras llegan con sus hijos a mediados de junio y se quedan hasta mediados de agosto, mientras que los hombres siguen yendo y viniendo entre sus lugares de trabajo y Campo”, cuenta Vincenzo. “No se trata de camas vacías”, sostiene, argumentando que la ley impulsada por el ecologista Franz Weber, que limita al 20 % el porcentaje de segundas residencias, no se ajusta a la diversidad del país. De hecho, pocos lugareños se acercan a tomar una copa en “Fior di Campo”. El hecho de que la sala esté reservada principalmente a los huéspedes del hotel habrá molestado a algunos. Ya no quedan ni escuelas ni vacas A un tiro de piedra de esta posada se han instalado Marco y su esposa Olga. La conocen perfectamente, puesto que ella era la gerente y él, el cocinero. Olga nació en esta tierra. Marco colecciona antigüedades locales. En un almacén cercano nos muestra un mueble que data del año 1770; en la pared, detrás de un cristal cuelgan numerosas fotos de antiguos vecinos de Campo que, a principios del siglo XX, se marcharon a Estados Unidos. Camino a casa, en un día lluvioso: el único escolar de Campo (arriba, izquierda). Contraste histórico: una antigua postal de Campo, al lado de un edificio cuidadosamente renovado, que ahora sirve de segunda vivienda. “Da vendere” (“Se vende”): un cartel habitual en Campo (izquierda). Una capilla en Campo: arriba del portal figura el escudo de armas de la familia Pedrazzini (centro). La casa donde vivía el personal de la posada (derecha). Fotos Stéphane Herzog Panorama Suizo / Julio de 2024 / Nº4 27
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