Panorama Suizo 5/2024

ajustan entre sí. “Esto no impide que el sonido resultante pueda ser armónico”. Las siete campanas de la catedral de Berna tienen “una afinación relativamente pura” y juntas forman “uno de los repiques más majestuosos de Europa, de gran relevancia histórica.” La Campana Mayor es “una auténtica joya a nivel mundial”. Sueños de grandeza Como Schellen-Ursli, ¿no anhelaban todos los obispos poseer la campana más grande? Matthias asiente y se ríe. Berna, que nunca fue sede episcopal, pudo “demostrar de lo que era capaz” con su catedral y sus magníficas campanas. Técnicamente, no habría sido problema fundir campanas aún mayores, cosa que también se hizo aquí y allá. “Pero, en realidad, esto no tiene mucho sentido”, dice Matthias. Como las campanas enormes también producen sonidos muy agudos y el oído humano no alcanza a percibir las notas muy graves, “el sonido de esos colosos no resulta especialmente agradable”. Bailando con Susanne Hay algo que llama la atención según conversamos: Matthias nunca llama “Susanne” a la Campana Mayor. Nos cuenta que el nombre se inventó hace un par de décadas. Parece ser que este apodo cariñoso proviene de un campanero, porque le resultaba igual de difícil guiar los pasos de su mujer Susanne en el baile que hacer repicar la campana mayor. Imagínese: lograr que Susanne oscilara utilizando la fuerza muscular no era tarea fácil. Se requerían ocho campaneros. Aún se reconocen las posiciones que adoptaban en el campanario para tirar de las cuerdas. Desde 1944, las campanas de la catedral se accionan con motores eléctricos. Matthias Walter tiene respuesta a todas las preguntas. Nos explica que las enormes fuerzas que generan las oscilaciones de las campanas se desvían hacia abajo mediante gruesas vigas de madera y, por tanto, no suponen ningún problema. Es más peligroso, dice, cuando la frecuencia de una campana coincide con la vibración de la torre. “Entonces puede producirse un efecto de acumulación, como cuando la gente camina al paso sobre un puente”. De ahí que, “curiosamente”, la campana más peligrosa de la catedral sea la segunda más pequeña. Matthias, el experto en campanas, suele compartir sus conocimientos con las parroquias cuando tienen problemas con una sola campana o con todas ellas. En el caso de la catedral, por ejemplo, sugirió hace más de veinte años que la campana del penitente volviera a “cantar como solista”. Esta sugerencia suscitó controversia, porque originalmente era la campana del verdugo, que se tocaba cuando alguien iba a ser ejecutado: así ocurrió 65 veces entre 1735 y 1861. Hoy, la campana del penitente anuncia la llegada de la noche. Domador de campanas Matthias también ayuda a resolver conflictos con el vecindario. Para ello, ha desarrollado badajos de campana que se extienden en la dirección del movimiento a ambos lados. Así requieren un menor impulso, lo que reduce el volumen sonoro a la mitad. Otro efecto sorprendente de estos badajos es que las campanas que antes producían sobretonos estridentes y parecían gritar, de repente cantan, como siempre ha hecho Susanne en la catedral. Matthias Walter no solo es experto en campanas: también sabe domarlas. Las campanas de la patria Todos los sábados por la tarde, a las 17:20 h, las campanas de las iglesias anuncian la llegada del domingo en la radio suiza SRF. El programa “Glocken der Heimat” [“Campanas de la patria”] es un clásico. Sin embargo, la colección de más de 300 repiques no se ha ampliado desde hace algunos años. “Glocken der Heimat” sigue teniendo audiencia, dice el experto en campanas Matthias Walter, que ha contribuido con numerosas grabaciones. Hoy en día, muchos de estos tonos también se pueden encontrar en otros canales, como YouTube. En su página web, la SRF ofrece grabaciones de 300 repiques seleccionados, así como datos históricos y técnicos sobre las campanas. www.revue.link/bimbam Para el especialista en campanas Matthias Walter, las campanas de las iglesias no repican ni suenan, sino que “cantan”. Foto cedida a la revista El badajo determina en gran medida el sonido de una campana y su volumen. Hoy en día, badajos especiales permiten controlar mejor su volumen. Foto Keystone La iglesia del castillo, en Interlaken Foto iStockphoto Panorama Suizo / Octubre de 2024 / Nº5 18 Reportaje

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