Causó revuelo una declaración de Reto Gurtner, propietario de los remontes de Laax. Según él, aún no se ha alcanzado el precio máximo: “Dentro de diez años, un pase de un día en Laax costará entre 200 y 300 francos”. Gurtner estima que seguirá aumentando la afluencia a las zonas con nieve asegurada, y que siempre habrá suficientes esquiadores apasionados dispuestos a pagar estos precios. No hay más que ver el caso del golf: hay gente dispuesta a pagar hasta mil francos por partida. Jürg Stettler, experto en turismo de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes de Lucerna, no cree que estos precios desorbitados lleguen a imponerse en todas partes. Sin embargo, señala que muchos suizos se preguntan si sigue mereciendo la pena practicar un deporte de invierno. “El esquí ya no es el deporte popular de hace cuarenta años”, declaró Stettler a Radio SRF. Aunque alrededor de un tercio de la población sigue practicando deportes de nieve, “quienes van a esquiar lo hacen cada vez con menos frecuencia”. Para las familias en particular, los deCrans-Montana, en el Valais, también pertenece a este gigante estadounidense de los deportes de invierno, que posee más de cuarenta estaciones de esquí en el mundo. Tanto en Andermatt-Sedrun como en Crans-Montana, Vail Resorts tiene previsto invertir un total de cincuenta millones de francos, aproximadamente, en la ampliación de infraestructuras: cañones de nieve, remontes mecánicos y restaurantes. Esto debería atraer a más inversores, que a su vez construirán hoteles y complejos vacacionales destinados a una clientela adinerada. De deporte popular a deporte de lujo Otras estaciones de deportes de invierno también están realizando cuantiosas inversiones para ampliar sus infraestructuras. Además de disparar los costes energéticos, esto conlleva un aumento del precio de los servicios. Dependiendo del tamaño de la estación, un día de esquí para un adulto cuesta entre 40 y 90 francos. Algunos operadores de remontes aplican tarifas “dinámicas”, variables en función de la demanda y el momento de la reserva. En puntos calientes como St. Moritz, el Monte Cervino o Laax, bastión del snowboard, los precios pueden superar los cien francos diarios. portes de invierno se están convirtiendo cada vez más en un lujo inasequible: una semana de esquí para dos adultos y dos niños puede llegar a costar varios miles de francos. Los campamentos de esquí, una tradición que se está perdiendo También en las escuelas, el antiguo deporte nacional ha perdido importancia. Mientras que en los años setenta los campamentos anuales de esquí aún formaban parte del plan de estudios estándar, esta tradición se ha ido perdiendo en los últimos decenios. En la Suiza de habla alemana, el actual plan de estudios solo establece como objetivo que los niños sean capaces de desplazarse “en equipos de deslizamiento”, lo que incluye también los patines de hielo. El Gobierno federal subvenciona los campamentos de deportes de nieve con fondos del programa “Juventud+Deporte”. Unos cien mil jóvenes participan cada año en estos campamentos. El sector espera atraer de nuevo a la nieve a más niños y adolescentes gracias a la Iniciativa de Deportes de Nieve, lanzada en 2014. Además de material didáctico, la plataforma “GoSnow.ch” ofrece a escuelas y profesores campamentos de deportes de nieve organizados y listos para su realización, a precios asequibles. Este invierno, la plataforma organiza unos cuatrocientos campamentos en total, para más de 18 000 participantes. Según afirma Fränzi Aufdenblatten, Presidenta de la iniciativa y antigua esquiadora profesional, el esquí no es solo una pasión, sino un “bien cultural suizo”. Para ella, es inconcebible que los niños que crecen en este país no tengan al menos una vez en su vida la experiencia de los deportes de nieve: “Sería como vivir en Hawái y no haberse subido nunca a una tabla de surf”. Los cañones de nieve solo pueden utilizarse cuando la temperatura es inferior a cero grados centígrados. Foto Keystone El futuro de Crans-Montana está asegurado gracias a inversores extranjeros: en 2024, el grupo estadounidense Vail Resorts compró las instalaciones de esta estación de esquí situada en el Valais. Foto Keystone 7
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