STÉPHANE HERZOG La empresa ginebrina de ingeniería y construcción en madera “Charpente Concept” es todo un referente en su especialidad. Fundada en 1991 por el maestro carpintero Thomas Büchi, la empresa diseñó la “Broken Chair” de la Plaza de las Naciones de Ginebra, construyó en madera el Refugio de Goûter en las laderas del Mont Blanc y levantó el “Palais de l’Équilibre”, una enorme esfera de madera que se presentó en la Expo.02 de 2002, antes de su instalación definitiva en el CERN. Otro motivo de orgullo de esta empresa es haber sido contratada tras el incendio de Notre-Dame de París para realizar un análisis técnico de la nave de la catedral con vistas a su reconstrucción. La empresa examinó archivos de 600 años de antigüedad: una verdadera inmersión en la Edad Media, época en la que podían transcurrir veinte años entre la tala del árbol y la colocación de las vigas. “La madera está recuperando la importancia que había ido perdiendo a lo largo de los siglos por el uso del acero y, más tarde, del hormigón. Se habían olvidado las cualidades de este material”, afirma Rafael Villar, Vicepresidente de la empresa, quien recuerda sus inicios en el sector, cuando los partidarios de la madera aún eran tachados de excéntricos. Acababan de construir en Ginebra una sala de exposiciones de madera de 300 metros de largo, pero la mayoría de los pedidos eran para chalets y algunas cubiertas de pabellones deportivos. Hoy en día, la madera también se utiliza para construir edificios residenciales. “En treinta años, los plazos de entrega de algunos componentes se han más que duplicado”, señala Villar. Esto es señal de una gran demanda. Pueden utilizarse ultrasonidos para determinar la resistencia de las piezas de madera antes de procesarlas. El corte se realiza con máquinas digitales. En las obras, las piezas prefabricadas de madera se montan mucho más rápido que los muros hechos de otros materiales. “La madera es ligera, lo que la hace muy apta para la construcción de edificios sobre pilotes”, subraya Sébastien Droz, portavoz de Lignum, la organización que agrupa a los profesionales de la madera. Tanto es así que ya ha llegado la hora de los rascacielos de madera. En el barrio de Lokstadt, de Winterthur, En Suiza, la madera vuelve con fuerza en la construcción Debido a que puede almacenar CO2, la madera tiene cada vez mayor demanda en la industria de la construcción. Sirve incluso para construir rascacielos. Los expertos suizos son muy solicitados. Sin embargo, este auge no está exento de tensiones. la Torre Rocket alcanzará los cien metros de altura. “Este edificio, actualmente en fase de planificación, será uno de los edificios residenciales más altos de madera”, afirma Ina Invest, propietaria del proyecto. La torre necesitará 3300 metros cúbicos de madera para la estructura portante. “Utilizaremos madera de haya y pícea procedente de Suiza y países vecinos”, explica el portavoz Stephan Meierhofer, quien añade: “La madera es muy resistente y conserva su capacidad de carga durante mucho ¿Más alto, más apartado, más rápido, más bonito? En busca de los récords suizos más originales. Hoy: las construcciones de madera más altas del mundo Con sus 100 metros de altura, la Torre Rocket, en Winterthur (cantón de Zúrich), será el edificio residencial de madera más alto del mundo. Visualización: Ina Invest 14 Reportaje
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