Panorama Suizo 2/2025

cuelas, etc. “Construir nuevos rascacielos es cosa del pasado, cuando era una expresión de poder. Sería más urgente renovar los edificios existentes y hacerlos confortables y biocompatibles gracias a ese valioso material que es la madera”, asevera el experto. Suiza dispone de una ley forestal única, que se remonta al año 1903. “El bosque se tala para asegurar su mantenimiento”, explica Rafael Villar. Sin embargo, los ingresos procedentes de la venta de madera no cubren los costes de mantenimiento de los bosques. Por lo tanto, la clave está en realizar talas estratégicas, como en el proyecto de un gimnasio en Aigle (VD), en el que participó su empresa. Se seleccionaron árboles infestados por el escarabajo de la corteza en los bosques de Vaud. Este insecto se alimenta de la savia de los árboles, haciendo que se desarrolle en la corteza un hongo que tiñe la madera de azul. “Talando el árbol, se puede salvar la madera y darle un buen uso al árbol”, comenta el ingeniero. Sin embargo, no toda la madera que se corta en Suiza se aprovecha de forma inteligente, y parte de ella acaba como leña, señala Ernst Zürcher. Una de las principales razones es el aumento del precio de los combustibles fósiles. Sería preferible utilizar la madera por orden de prioridad: primero para edificios, luego para materiales compuestos, después para papel y, en última instancia, como leña. “En Suiza se están cerrando aserraderos por falta de demanda; incluso exportamos madera para reimportarla una vez transformada”, lamenta Ernst Zürcher. En cambio, aprovechar el bosque a nivel local conlleva importantes ventajas: “5000 personas que trabajan en el bosque dan empleo a más de 50 000 personas en la industria maderera. Quemar leña, en cambio, solo genera muy poco valor añadido”, afirma. En la actualidad, la industria maderera suiza emplea a 85 000 personas. ¿Hay madera suficiente? El crecimiento natural de los bosques suizos genera diez millones de metros cúbicos de madera cada año. Suiza extrae un promedio de cinco millones anuales, de los cuales un 25% se utiliza como leña para la calefacción. El potencial disponible asciende a unos tres millones de metros cúbicos anuales. Por tanto, existe un importante margen de mejora en el uso de la madera suiza para la construcción. Y no faltan los proyectos. Sébastien Droz cita como ejemplo el premio Lignum, que se puso en marcha en 2009. “Desde entonces, la calidad, la variedad y el volumen de los proyectos han aumentado considerablemente”, afirma. Otro ejemplo es la pasarela de madera de 500 metros que serpentea entre las copas de los árboles en el distrito de Toggenburgo, cerca de San Galo. Este logro demuestra lo fuerte que es la cultura de la construcción en madera en Suiza. Hoy en día, la construcción en madera emplea nuevas técnicas: se encolan barras de madera de haya para formar vigas macizas y luego se convierten en elementos a medida para la construcción. El rascacielos de madera Zwhatt presenta estructuras muy claras: los pilares y las vigas de madera son visibles y los tabiques pueden instalarse de manera flexible. Fotos Pensimo, Sandro Straube, Boltshauser Architekten Panorama Suizo / Abril de 2025 / Nº2 16 Reportaje

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