Panorama Suizo 5/2022

SUSANNE WENGER Nos encontramos en Ebersecken, un sábado de principios de julio. El sol baña las suaves colinas de la campiña lucernense. Suenan los cencerros y revolotean las mariposas. En el campo de deportes, junto a la escuela, reina un ambiente ruidoso y combativo: hay mucha actividad, a pesar del calor. Este fin de semana se han reunido aquí más de veinte equipos suizos de sogatira, para celebrar un campeonato con varias categorías de peso y edades. El club de Ebersecken, que cuenta con cinco equipos y organiza el evento, convierte este campeonato en un magno festival de tres días. Por fin vuelve a celebrarse la feria del tira y afloja en Ebersecken, tras dos años de pandemia. “¡Qué ilusión!”, se alegra Peter Joller, de 32 años, Copresidente del club. A pesar de los tiempos difíciles, nuestros jugadores no han parado, se apresura a señalar. Los menores de 19 compiten en equipos mixtos; en las categorías de élite de 580 y 640 kilos, de momento solo participan hombres. Quien nunca haya presenciado un torneo de sogatira se percata pronto de que estas competiciones de aire arcaico están rigurosamente reglamentadas y tienen roles y procesos fijos, incluyendo controles de peso y calzado. Músculo y fortaleza mental ¡Levanten soga! ¡Tensen soga! ¡Listos! ¡Tiren! Estos son los comandos con los que el árbitro inicia el partido. Con el pie izquierdo clavado en el césped, las manos cubiertas de resina agarrando la cuerda de 33 metros, los atletas se inclinan lo más que pueden y comienza la furiosa pugna por llegar a la final. El objetivo es atraer al equipo contrario hacia el lado propio. Quien fija la cuerda debajo del brazo recibe una advertencia; también está prohibido bracear y sentarse. “Sujeten, sujeten, hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo”: los entrenadores están muy cerca y no paran de dar instrucciones. La fortaleza mental es un elemento clave para soportar el esfuerzo físico, explica a través de potentes altavoces el animador del club, Adrian Koller, quien también es miembro del club de Ebersecken. Lo que esto significa, nos lo demuestra uno de los equipos júnior de Ebersecken: tras dos advertencias, la derrota parece inminente; pero luego, el equipo local logra ganar la primera ronda. Por todas partes estallan los aplausos. Se llena la carpa y las bebidas corren a raudales. Un pueblo con mucha ambición Ebersecken es una aldea rural de unas 400 almas. Hace dos años, debido a que ya no podía asumir por sí sola los cometidos de un municipio, se fusionó con la localidad vecina de Altishofen; a cambio de lo cual, como suele decirse aquí medio en broma, Altishofen obtuvo gratuitamente el título de campeón mundial de sogatira. Y aunque Ebersecken tuvo que despedirse de su antiguo escudo municipal en el que figuraba un jabalí, el peludo animal sigue husmeando en el logotipo de su club de sogatira. Desde 2010, la élite de Ebersecken se ha llevado a casa al menos un tíEbersecken, un pueblo rebosante de fuerza Aunque el sogatira suele considerarse un deporte marginal, dista mucho de serlo en un pequeño pueblo del cantón de Lucerna: el club de sogatira de Ebersecken es el club suizo con más victorias de los últimos diez años. Allí presenciamos un enfrentamiento que requiere espíritu de equipo y conecta a esta pequeña localidad rural con el resto del mundo. tulo de campeón suizo al año, y sus mejores jugadores de la selección nacional ganaron medallas de oro en tres campeonatos del mundo. En el pueblo suele afirmarse que los tres pilares del éxito son: voluntad, entrenamiento y cohesión. El club se fundó en 1980 tras diversos torneos informales, y pronto fue abrigando mayor ambición. Algunos miembros se propusieron poner muy en alto el nombre de Ebersecken, comenta el Copresidente Peter Joller: “Así sentaron las bases de nuestro actual éxito”. Fuera de temporada se entrena al menos dos veces por semana; y durante la misma, prácticamente a diario. El club de sogatira dispone de instala- ¿Más alto, más apartado, más rápido, más bonito? En busca de los récords suizos más originales. Hoy: De visita a la capital suiza de los campeones del sogatira. Suiza y sus cien mil clubes El club de sogatira de Ebersecken es uno de los cien mil clubes, aproximadamente, que existen en Suiza. Según Freiwilligen-Monitor 2020 [Observatorio del Voluntariado 2020], tres cuartos de la población suiza mayor de 15 años es miembro de un club o una ONG, y más del 60 % son miembros activos. La mayoría son clubes deportivos y, en menor medida, clubes de tiempo libre y de cultura. Históricamente, los clubes siempre han desempeñado un importante papel en Suiza. Y a pesar de la creciente movilidad e individualización, su popularidad no decae, estiman los expertos. Su pequeño tamaño y su carácter local los hacen especialmente atractivos en un mundo globalizado. Tienen mejores perspectivas aquellos clubes que se modernizan, ya sea usando internet o posibilitando la realización de proyectos concretos. (SWE) Carmen Rölli y Peter Joller, Presidentes Honorarios del club de sogatira de Ebersecken. Ni decir que ambos practican este deporte. Panorama Suizo / Octubre de 2022 / Nº5 13

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