Panorama Suizo 6/2022

DENISE LACHAT La primera reacción fue de rabia: el 26 de septiembre, justo un día después de la votación sobre la reforma del SVS, estalló la ira, entre otros lugares, en la plaza de la estación de trenes de Berna. Tamara Funiciello, Consejera Nacional del PSS, tomó el micrófono y declaró, ante varios cientos de mujeres ahí reunidas, que el resultado de esta votación era pura farsa. Son “hombres viejos, ricos y blancos” quienes han decidido que las mujeres en Suiza tendrán que trabajar un año más, declaró la Consejera. De hecho, la mayoría de los hombres votaron, en contra de la voluntad de la mayoría de las mujeres, a favor de elevar la edad de jubilación femenina a los 65 años. En esta votación, la diferencia entre géneros fue abismal: mientras que dos tercios de las mujeres (el 63 por ciento de los votos) se pronunciaron en contra de la reforma, solo un tercio de los hombres (el 37 por ciento) la rechazaron. Sin embargo, el resultado del referendo, extremadamente reñido, también se debe a una minoría de mujeres, en su mayoría simpatizantes de los partidos conservadores. Estas también estuvieron en el punto de mira de Tamara Funiciello. Según ella, las consejeras nacionales y senadoras conservadoras no hicieron absolutamente nada en pro de la igualdad; solo formularon promesas vacías. Ante tales declaraciones, el enojo de las políticas conservadoras no se hizo esperar. Resumiendo: en los días posteriores a la votación predominaron las hostilidades mutuas; llegó incluso a hablarse de una división de las mujeres en Suiza. Mejorar la situación de las jubiladas Más adelante se escucharon voces más conciliadoras. No existe una Se eleva a los 65 años la edad de jubilación de las mujeres La “votación del año” mantuvo a las mujeres en vilo hasta los últimos minutos. La gran mayoría de ellas se pronunciaron en contra de la reforma del SVS, pero fueron derrotadas por poco. Ahora, deberán trabajar un año más hasta tener derecho a su pensión de jubilación. Pero ya está lista la próxima reforma del sistema de pensiones, en la que deberían salir mejor paradas. única definición de la política feminista, y las mujeres tienen tanto derecho como los hombres a no estar de acuerdo entre sí, afirmó Maya Graf en una extensa entrevista con el diario Aargauer Zeitung. Maya Graf, Senadora verde de Basilea-Campiña, encabeza desde 2014, junto con Kathrin Bertschy, Consejera Nacional verde liberal de Berna, la organización cen- “Tu madre está furiosa”: así rezaba uno de los eslóganes con los que las manifestantes comentaron el resultado de la votación del SVS. Foto: Keystone Edad de jubilación de las mujeres No es la primera vez que la edad de jubilación de las mujeres es el principal motivo de discordia en una reforma del SVS. En 1948, cuando se introdujo el SVS, esta edad se fijó en 65 años, tanto para mujeres como para hombres. El hecho de que en 1957 el Parlamento la rebajara unilateralmente a 63, y en 1964 a 62 años, refleja, desde la perspectiva actual, un patrón de roles obsoleto: las mujeres son más propensas a enfermar, su fuerza se agota antes… argumentaban los cromañones de aquel entonces. Para el “Tages Anzeiger”, se trataba de una “demostración de fuerza patriarcal” para que la esposa, a menudo un poco más joven, volviera a estar en el hogar y en la cocina a tiempo cuando su marido se jubilara. En cualquier caso, la edad de jubilación de las mujeres se elevó en 2001 a 63, y luego, en 2005, a 64 años. Tres intentos más de nivelación fracasaron en las urnas o, incluso, ya en el Parlamento. En este caso, a la cuarta va la vencida: desde el 25 de septiembre de 2022, la edad vuelve a ser de 65 años para ambos sexos. (DLA) Panorama Suizo / Diciembre de 2022 / Nº6 16 Política

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