Panorama Suizo 5/2022

Noticias del Palacio Federal Suiza aboga por los intereses de la Quinta Suiza. Pero esto no siempre funciona: ya conoce las quejas de quienes desean votar, pero no pueden hacerlo en la práctica. Sí, y comprendo perfectamente su crítica, sobre todo porque yo también viví en el extranjero. Durante mi estancia en Argentina, recibía el sobre electoral junto con el código de acceso que me permitía votar en línea. Pero debido a que el cantón de Ginebra ya no quiso mantener su sistema de voto electrónico, que también utilizaban otros cantones, y a que el sistema de Correos de Suiza era deficiente, sufrimos una gran regresión. A esto hay que añadir el hecho de que hoy por hoy existen importantes divergencias entre el debate sobre el voto electrónico en Suiza y en la Quinta Suiza. ¿En qué sentido? El debate político interno da prioridad al afán de seguridad: no debe existir la más mínima posibilidad de fraude, ya que la confianza en los resultados de las elecciones es fundamental. Esta preocupación explica la resistencia que se percibe en Suiza. Desde mi punto de vista personal, valdría la pena examinar la opción de desacoplar las dos partes; en otras palabras, permitir que la Quinta Suiza utilice el voto electrónico, sin tener que aplicar el mismo sistema en toda Suiza. Además de resolver las dificultades técnicas que aún existen, me parece que ésta sería una vía digna de explorarse. En todo caso, existe un gran interés político entre los suizos en el extranjero: son cada vez más numerosos los que se inscriben en el registro electoral. Esto es un claro reflejo del vínculo que los une con Suiza y de su gran interés por lo que ocurre en su país. La Quinta Suiza también constituye un importante potencial político, como lo demuestra el interés de todos los grandes partidos por este grupo de electores. Sin embargo, la participación política de los suizos en el extranjero no es excesivamente elevada: de los 620 000 ciudadanos con derecho a voto, de momento solo hay 210 000 registrados. Eso sí, la tendencia va al alza. La población envejece, y actualmente el DFAE presta especial atención al fenómeno del “envejecimiento en el extranjero”. ¿Su labor se centra mucho en los mayores? No, porque no debe perderse de vista el panorama general. También damos gran importancia a la integración de los más jóvenes: por ejemplo, cuando llegan a la mayoría de edad, o a la hora de transmitirles la cultura suiza y, por tanto, fomentar los lazos con su país. El que ahora estemos centrándonos en nuestros mayores con el proyecto “Aging abroad” tiene su porqué: por un lado, el número de mayores de 65 años en todos los países va en aumento; por otro, crece también el número de personas que emigran tras la jubilación; aumenta la movilidad. Por tanto, van surgiendo nuevas cuestiones que adquieren relevancia. ¿Por ejemplo? Por ejemplo, una cuestión cada vez más importante es: ¿Cómo afrontan las personas mayores que viven en el extranjero el hecho de quedarse solas de repente? ¿O qué hacen los mayores que sufren de demencia?... ¿o que nunca se han molestado en hacer un testamento vital? Esto también es un reto para nuestras representaciones. Al dedicar un proyecto al “Aging abroad” (“envejecer en el extranjero”), por un lado, nos centramos en quienes planean emigrar. Aquí prima la prevención: deben prepararse y ser conscientes de lo que significa hacerse mayor en el extranjero. Por otro lado, nos centramos en quienes ya viven en el extranjero, se hacen mayores y se jubilan allí. En ese caso, son importantes los servicios que podrían requerir. Por ejemplo, en caso de demencia, como ya lo hemos mencionado. Es un campo complejo, repleto de cuestiones complejas. Resumiendo: ¿Es “Aging abroad” una campaña de sensibilización? Por supuesto. En definitiva, de sensibilización sobre la responsabilidad propia, aquí en relación con el propio envejecimiento. Para poder sensibilizar, hay que ser capaz de llegar a una comunidad heterogénea y multilingüe, repartida por todo el planeta... Y aquí es donde sacamos partido de nuestra densa red de representaciones: nuestros consulados, embajadas y cónsules honoríficos, que generan un importante efecto multiplicador. Además, acabamos de lanzar la “La Quinta Suiza también constituye un importante potencial político”. 25

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